Amo ser Scout!!!!

En la Escuela fui alumno. En mi Grupo fui Scout.
En la Escuela estudié relieves geográficos. En mi Grupo Scout los corrí, los escalé, los nadé.
En la Escuela me dormí con la profe de historia. En mi Grupo Scout me despert ...ó el Sol.
En la Escuela hablamos de Flora y Fauna. En mi Grupo Scout las conocí.
En la Escuela memoricé mi escena del acto. En mi Grupo Scout improvisé nuestro sketch.
En la Escuela escuché opiniones. En mi Grupo Scout también tuve la palabra.
En la Escuela bajé la mirada y cumplí mi penitencia. En mi Grupo Scout la subí y pedí perdón.
En la Escuela estuve estático frente a la Bandera. En mi Grupo Scout le sonreí con orgullo.
En la Escuela aprendí a dividir números. En mi Grupo Scout a multiplicar amigos.
En la Escuela escuché de Religión. En mi Grupo Scout supe servir a Dios.
En la Escuela me enseñaron a ser enseñado. En mi Grupo Scout aprendí a aprender.
♥ .. Amo ser Scout!
Siempre Lista PARA SERVIR!!

Aquel viejo del subte...

Y las voces de un viejo arrabalero endulzaron el aire denso de una tarde que promete tormenta, y su melodia se escuchaba desde esa ventana en el septimo piso de aquel edificio en el centro porteño. - Y es verdad- decia el viejo,- que las palabras se las lleva el viento, por eso le canto a la lluvia, para que queden grabadas en sus gotas las interminables melodias de este viejo compas-. 
Y cuando me hablaba tenia la mirada fija en un punto, con los ojos cargados de angustia y soledad. 


-Ahh, mi señora, mi querida esposa, tanto tiempo paso postrada en esa cama, sin poder levantarse. Tantos años me despedia desde el dormitorio cuando yo me iba a trabajar, y tantos años le di de comer en la boca porque no podia ni moverse. Y de un dia para el otro la vieja decidio estirar la pata, y me quede solo.....
Ahora me toca a mi reunirme con la vieja, debe estar sentadita en una nube, al lado de San Pedro, pero me parece que yo la voy a terminar mirando desde abajo......-


Y diciendo asi el viejo exhaló su ultimo suspiro, y se apago para siempre ese silbido arrabalero que se escuchaba desde el septimo piso de aquel edificio en el centro porteño.

Aullidos nocturnos

Que pasa, pequeño lobezno, que aúllas a la Luna esa pena que te agobia?

Explícame, por favor, por qué las lágrimas derramadas no se llevan tu tristeza.

Por qué la Selva es testigo de tu dolor,
por qué la Manada se resquebraja con cada grito.