Yo no tengo hijos. Tengo 31 años, y no tengo hijos. Ni uno.
Yo no tengo hijos. Pero eso no significa que no parezca un poco madre.
Yo no tengo hijos, pero tengo a quién preguntarle si comió, si va abrigado, si se siente bien, si durmió bien.
Yo no tengo hijos, pero tengo a quién pedirle que me avise si llegó bien, a quién aconsejar, a quién querer proteger como si fueran de mi sangre, a quien querer adoptar.
Yo no tengo hijos, pero limpio pañales, bocas sucias, lágrimas, vómitos e historiales de WhatsApp.
Yo no tengo hijos, pero sano sano cabezas chocadas, dedos golpeados, mamitis, heridas de campo y corazones rotos.
Yo no tengo hijos, pero no me acuesto hasta que no los oigo dormir, me levanto temprano para hacer desayunos, preparo almuerzos, doy meriendas, aconsejo cenas.
Yo no tengo hijos, pero escucho, siento, abrazo, sufro, lloro, río, veo, educo.
Yo no tengo hijos, pero no me van a decir,...que no parezco un poco madre.
(Propio)
(Propio)
No hay comentarios:
Publicar un comentario